El 8 de marzo es el día internacional de la mujer, pero este será especial. Por primera vez hay convocada una huelga general, una huelga convocada por las mujeres. ¿Por qué? o mejor dicho: ¿para qué? Pues para lo que son todas las huelgas: para dar visibilidad a un problema. (Porque no es para solucionarlo, que eso ya es más complicado).
Razones para la huelga del 8M
Las mujeres periodistas explicaban muy bien sus 7 Razones para hacer huelga aquí, y las mujeres relacionadas con el mundo del libro resumían sus 5 Razones aquí.
El resumen de todas ellas es más o menos es este: se reivindica en el empleo la brecha salarial, el techo de cristal y la precariedad, en el ámbito privado la cuestión de la corresponsabilidad y los cuidados, en todos los ámbitos el acoso sexual y laboral, y se menciona la exigencia de participación igualitaria en las plataformas de difusión y promoción de la literatura, y en los espacios de opinión y las tertulias.
Yo creo que todas esas razones se caen por su propio peso. Y si alguien no lo ve, no lo entiende o no lo apoya, entonces es que forma parte del problema.
Pero yo querría ir más allá de esas 5 ó 7 Razones.
Las otras razones
Yo hago huelga porque hay muchas otras causas que no recogen los grandes titulares:
- Porque a las mujeres nos soban o nos intentan sobar en los transportes públicos y en los cines. Y parece normal.
- Porque vas por la noche andando y tienes miedo de que te violen o te soben. Como si fuera normal.
- Porque los zapatos para hombres son anchos y planos y cómodos, y los de mujeres estrechos y con tacones e incómodos. Y nos parece normal.
- Porque la ropa de las mujeres está diseñada para mostrar y destacar y no para ser cómoda. Y nos parece normal que las camisetas de chicas se nos peguen a todos sitios.

¿Por qué las nuestras son ajustadas? (Pero hemos mejorado mucho: ¡ya no llevamos corsés!)
- Porque da igual a lo que nos dediquemos; nos juzgarán por nuestro flequillo, el peinado, el vestido o el maquillaje. Y que se nos juzgue por la apariencia nos parece normal.
- Porque cada día las mujeres se levantan más temprano para precisamente cuidar de su apariencia; para maquillarse, pintarse las uñas, depilarse… Y, claro, es normal.
- Porque cuando vamos a buscar trabajo nos preguntan si vamos a tener hijos.
- Porque lo más normal del mundo es sacrificarnos por los que queremos (desde dejarles el mejor trozo de carne, hasta poner o quitar la mesa, pasando por no dormir o por prepararles el desayuno). (La palabra “sacrificio” merecería una entrada aparte).

Esto es un sacrificio. La próxima vez que oigas a una mujer decir que se sacrifica por alguien, piensa en esto
- Porque vas a un evento con tu pareja (hombre) y se creen que él es el invitado. (Porque las mujeres somos simples floreros acompañantes).
- Porque si hablas con seguridad y tratas a los hombres como ellos te tratan a ti, eres una listilla, una chula o una marisabidilla.
- Y así ad infinitum…
Y porque todo esto es tan habitual que nos parece NORMAL. Y no lo es. NO LO ES. Somos una sociedad enferma; algunos de estos comportamientos son simplemente aberrantes y otros, ilógicos y absurdos. Y eso tenemos que empezar a cambiarlo. Y para cambiarlo primero hay que ser consciente de ellos. Y para ser consciente, hay que darles visibilidad.

Hay mucho por hacer
Estamos empezando. Hemos empezado. Hay mucho por hacer. Pero nosotras somos expertas en “hacer cosas”. ¡Manos a la obra!
Ah, y si tienes tu propia razón: la puedes incluir en los comentarios. 😉