Espacios en la memoria: las Escolapias de Carabanchel

Hace unos días he terminado de escribir mi último libro. Se supone que era una historia «sencilla», para niños. Pero al final ha resultado ser algo más: un ejercicio de nostalgia y de recuperación de lugares del pasado. Al final, resultará que siempre escribo sobre lo mismo: la nostalgia por el pasado, la memoria, los paraísos perdidos…

Total, que yo empecé mi librito planificando la estructura: los capítulos, cuándo pasaba qué, cuándo se descubría esto o aquello… Y cuando ya tuve toda la historia organizada, empecé a escribir. La acción se desarrollaba en un internado, y tenía que describir ese internado. Necesitaba que tuviera unos espacios concretos en los que ocurrían algunas escenas… Y entonces, sólo entonces, me di cuenta: ¡¡No tenía que inventar nada!! Todo lo que estaba imaginando y empezando a construir con mi imaginación, ¡ya existía en mi memoria!

Esta es la escalinata de la entrada principal al colegio. Desapareció en los años setenta

Mi antiguo colegio, las Escolapias de Carabanchel, había sido en tiempos un internado. Cuando yo estudié allí, aún conservaba muchas características de aquellos tiempos. Así que ¡para qué inventar nada! Simplemente me he dedicado a rescatar de mi memoria el colegio al que fui en los años 70′ (que, por cierto, no se parece en nada al actual).

Durante los últimos meses, mientras desarrollaba la historia de los protagonistas, he vuelto a recorrer la cuesta emparrada, las pistas de patinaje, los columpios, la cochera, el viejo y enorme pino, he paseado de nuevo por el jardín, he tocado los bancos de piedra, los olivos, la verja, los muros… A veces he tenido que cambiar alguna cosa de sitio, porque le iba mejor a la trama, pero, en general, no he inventado nada. He escrito sobre un internado de ficción: Las Camelias, pero he rescatado Las Escolapias en los años 70′ y me he dado cuenta de lo bien que sigo recordando aquellos muros en los que pasé tantos años.

Este jardín era mi recreo. En octubre la parra se llenaba de uvas y ¡qué asco me daban cuando me las ponían de postre en el comedor!

Y el libro, que a priori, iba a ser algo más sencillo, se ha enriquecido con este paisaje real. Un lugar que se ha convertido en un personaje más y en un homenaje a mi ex colegio.

Y si cierro los ojos, como mi protagonista, vuelvo a atravesar los muros de Las Camelias/ Las Escolapias de Carabanchel y a deslizarme por sus jardines como un fantasma.

Cuando yo estudié en las Escolapias de Carabanchel, estos bancos ya eran una ruina.

7 comentarios en “Espacios en la memoria: las Escolapias de Carabanchel

  1. SUSANA VEGA dijo:

    Hola Susana, yo tambien tengo grabado en mi memoria aquellas imagenes , hasta sueňo con ellas, imagenes del pasado con un toque tetrico y de misterio.Me encantaria leer tu libro , pero no me ha quedado claro el titulo Las Camelias puede ser?Gracias un saludo

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